El colapso del Petén
Veamos lo que ocurrió tras la caída de la más poderosa de las dinastías —Kaanu’ul—. La gran ciudad de Calakmul quedaría en poder de los enigmáticos señores murciélago. Es probable que la capital de éstos haya estado en otra ciudad, ya que el último de los reyes de la serpiente conocidos del sitio —Wamaaw K’awiil, señor de Chihknaahb’— pudo haber sido uno de sus súbditos y dedica un ambicioso programa escultórico hacia 741. Un rey murciélago llamado Yax Chiit Witz’ Naah Kaan —señor Serpiente de Lirio Acuático— conmemoraría el final de k’atun en 9.16.0.0.0 (9 de mayo de 751). El siguiente final de período ocurriría en 9.17.0.0.0 (24 de enero de 771) y sería observado por B’alu’n K’awiil, un nuevo rey de Calakmul, al tiempo que el rey murciélago Chak Tajal Wahy —quizá su supervisor— hace lo propio en el sitio de Oxpemul, tan sólo quince kilómetros al norte.
Poco más tarde sería celebrado en Tikal el final de período de 9.19.0.0.0 (28 de junio de 810) por un nuevo rey, referido como «Sol Oscuro». Más tarde, otro señor murciélago conmemoraría el final de período de 10.0.0.0.0 (15 de marzo de 830) en Oxpemul, al tiempo que se hace llamar kalo’mte’ de Uxte’tuun, denotando con ello su control sobre Calakmul. Poco después, sin embargo, los señores murciélago habrían de marcharse de la región, llevándose con ellos las últimas muestras auténticas de alta cultura.
Durante el mismo final de período del 830, sería dedicado un altar en el sitio de Zacpetén, que muestra vínculos con la dinastía de Tikal, entonces a punto de extinguirse. Hacia 859, los sitios periféricos de Jimbal y de Ixlú registran la presencia de reyes que portaban el emblema de Tikal-Mutu’ul, aunque para entonces diversas facciones clamaban su derecho a usarlo, lo cual nos habla de una gran desintegración del gobierno central en pequeños «clanes» dinásticos contendientes.
Uno de estos grupos incluso regresaría a la semi-abandonada Tikal, donde celebraría el final de período de 10.2.0.0.0 (17 de agosto de 869) y erigiría la Estela 11 en la plaza principal, el último de los monumentos del sitio. El propio nombre que eligió usar —Jasaw Chan K’awiil II— nos muestra que intentó a toda costa vincularse con su glorioso pasado. Aunque tales esfuerzos no habrían de perdurar, pues la ciudad carecía ya de los medios para sustentar cualquier población cuantiosa. Todavía el final de período de 10.3.0.0.0 (4 de mayo de 889) sería testigo de cómo fueron erigidas las últimas estelas en Uaxactún y en Jimbal.
Al norte del Petén, dondequiera que hayan ido, los grandes reyes murciélago no regresarían ya a Calakmul. Tras su partida, la ciudad caería en la debacle, aunque no sería abandonada completamente. Algunos pobladores decidieron permanecer allí, bajo el liderazgo de alguien llamado Ajtook’ (‘el del pedernal’). Inclusive buscarían erigir monumentos por su cuenta, en fechas tan tardías como 899 o 909, aunque de estilo tan crudo e infantil, que resulta un elocuente testimonio de la degeneración progresiva de las tierras bajas centrales.